Premio: mejor comentario. El mañanero

Oscar dijo...
Primero que nada, levantarse a las siete de la mañana es una inmoralidad. Todavía ni terminaron de poner las calles en su lugar.Segundo, la crítica no debe ser hacia el mañanero sino hacia su mal empleo. Eso es problema del partenaire y no de la institución. Pretender hacer todo a las corridas, en cinco minutos y como si tuviera el auto estacionado en doble fila; es una imbecilidad a las siete de la mañana, a la siesta y a la noche. Si no están dadas las condiciones, no hay razón para convertir algo placentero en un trámite administrativo como pagar el gas.Tercero, reforzando lo anterior: ¿Qué problema plantea un mañanero un feriado, o un domingo? Ninguno. ¿Qué problema plantea en vacaciones? Ninguno. ¿Y si no laburás porque te sobra la guita y tu única actividad matinal es leer el diario o ir al gimnasio? Idem. La falla no es intrínseca sino de las circunstancias que lo rodean... y del que no las tiene en cuenta. (Y si, porque mejor no lo podría haber explicado. Y aparte, está buensímo eso de que las calles se "acomoden" a una hora)