Historias de mal sexo

La propuesta es contar una experiencia de mal sexo que hayamos tenido. No me digan que no hubo ninguna eh, porque no les creo. Border queda excluído, jaja, con lo que contó de malas experiencias ya alcanza y sobra.
El próximo post será sobre historias de buen sexo, asi que vayan recordando alguna.

Yo voy a contarles las dos historias que no me gustaría repetir. De una me asumo culpable, de la otra no.
Historia1:Había conocido a un hombre casado, con el que teníamos muy buena charla, pero la verdad es que no me gustaba fisicamente, esa noche en que salimos fui dispuesta a decirle que no nos viéramos más, que no quería hacerle perder el tiempo. El tipo me trataba super bien, me decía cuanto que le gustaba, era super caballero, gentil, todo. Me cuenta que esa noche se le había complicado mucho salir, que tuvo que hacer malabares para salir, pero que no estaba dispuesto por nada a perderse este encuentro. Trago saliva y me siento una hija de puta cortándolo en seco. Estabamos en el auto, y en cuanto me distraigo me mete un beso. No me lo esperaba y primera vez en la vida, no sé como reaccionar. Me sigue hablando y me besa de nuevo. Ofrezco algo de resistencia y me dice: por favor vayamos a otro lugar, tengo miedo de que me vean. No le contesto, pero él interpreta que vamos. Y arranca y no supe decirle que no. Llegamos a un hotel y nos empezamos a besar. Ratifico que el tipo no me gusta, que no había química, aunque él hacía todo lo humanamente posible por hacerme sentir bien. Ya desnudos en la cama, por primera vez en la vida no puedo abstraerme de todo, me siento fría y una boluda por no haber dicho que no en su momento. Y lo digo en el peor momento: “perdoname, no puedo seguir, no sé que me pasa, no soy así en la cama, me siento re fría”. No imaginan lo mal que me sentí diciendo esa frase, pero no me quería mentir y tampoco le quería mentir a él. Me dice: bueno, todo bien, si querés esperamos un rato y volvemos a intentar. Me encantás, decime lo que tengas ganas de hacer, y lo hacemos. Quería decirle que me quería ir, que no me gustaba, que no me excitaba, pero me pareció muy duro, me condenaba a mi misma por no haber dicho NO cuando se debia y no ahora. Bueno, le puse un poco de onda para terminar con el tema. Y nos fuimos. Me agradeció “por la hermosa noche que pasamos” y me llevó hasta mi casa. Recuerdo haberme mirado al espejo y decirme: soy una pelotuda y juré nunca más decir que si cuando no quiero. Lo peor es que me llamó a la mañana siguiente y la otra y la otra, para volver a invitarme a salir. Es más, hasta el día de hoy cada tanto recibo un mail suyo que nunca contesto…

Historia 2: Fines del 2001. El país se caía a pedazos. Había conocido a un pibe en un boliche, era conocido de una amiga. Siempre me dije que los hombres que conocés en un boliche son por regla general bastante boludos. Pero estaba sola, el chico era muuy lindo y estaba dispuesta a pasarla bien. Habíamos salido en grupo después de conocernos esa noche y me dice:mañana te llamo. Y me llamó y me invitó a su casa. Un depto. mínimo y desordenado, con una tv de 20 pulgadas que ocupaba gran parte del comedor- habitación. En cadena nacional estaba hablando Domingo Cavallo anunciando el corralito, a un volumen alto. Mientras tanto empezamos a coger, atino a ir hasta el televisor para apagarlo, o al menos para bajarle el volumen, y me dice: no, vení, dejalo así, olvidate de la tele…Me empezaba a olvidar de la tele, a no escucharla, venía todo bien, voy yo arriba, me muevo exactamente tres veces y el pibe acaba. Me dice: perdoname, y se va al baño. Yo me quedo mirándolo a Domingo. Vuelve y me dice: dale, intentémoslo de nuevo. Bueno, todo bien, le digo, pero podemos apagar la tele????. Jajaja. La apagó, me dice: dejame a mí arriba. Nos movimos tres veces y acabó de nuevo, jajaja. Bueno, eso, nada. Una rapidez tenía el pibe.