Historias de telos

Los hoteles alojamiento son esos lugares que nos generan curiosidad cuando aún no hemos ido a ninguno, también es ese lugar en el que no queremos que nadie nos vea, especialmente si estamos de trampa, y es también el lugar al que se va cuando no se tiene lugar propio y que genera un presupuesto importane en la economía mensual (especialmente para los hombres que ¿son los que pagan los telos?)

Pero como sea que se vaya, siempre hay alguna historia o anécdota que recordar. Momentos graciosos u olvidables o encuentros inesperados con otras personas, etc. Recordá alguna anécdota y compartila con nosotros.

Yo cuento algunas que recuerdo:

-Si bien no me asombra que la gente vaya a un telo de a tres, creo que yo lo haría de forma más dicreta. El tema es que una vez, en el estacionamiento de un hotel, vi bajarse de una camioneta a dos hombres de unos 65 años y una señora de unos 40. Bajaron de la camioneta y entraron los tres abarazados hasta la ventanilla del conserje. Los tipos con una cara de orgullo muy graciosa.

-Otra vez, mientras bajábamos del auto en el estacionamiento veo esta vez no a 3 sino a 4 personas bajar de otro auto, dos chicas y dos chicos. Igual no es eso lo que me sorprende, sino que una de las chicas era una conocida...que de más está decir que se hizo la que no me vio. Era una amiga de una compañera de trabajo con la que habiamos salido un par de veces y nos habíamos visto en cumpleaños y esas cosas. El tema es que esta chica, muy recatada en su forma de vestir y hablar, vivía llorando que no conseguía novio, que estaba sola hacía un montón, que los hombres no le daban bola, en fin, no hay que dejarse llevar por las apariencias.

-Una vez (esta vez era un telo de esos más privados, que tienen el estacionamiento pegado a la habitacion, de modo que nadie te ve al bajar el auto). Bueno, estaba la cochera y pegada la puerta de ingreso, la habitación (que no era muy grande y no parecía tener muchos misterios o será que nosotros lo pasamos por alto). El tema es que cuando nos estamos yendo, apenas cruzando la puerta que separaba la habitación de la cochera, él me dice: "me olvidé la llave del auto adentro", en dos segundos entro para buscarla....y ya estaban las mucamas ordenando la habitación...jamás supimos por donde habían entrado o si nos habían estado espiando para ver cuando terminábamos.

-Esta anécdota no es personal pero la recuerdo siempre por lo graciosa y lo desubicada. Tenía un profesor que de noche trabaja en un telo, la mayoría sabíamos en que hotel era que trabaja, así que no se nos ocurría ir. Era uno de esos profesores que te amaba o te odiaba, y hacía evidente si le caía bien o mal algun alumno. El tema es que en una clase, el profe dice: bueno, leyeron? como nadie constestaba...dijo: ok, me obligan a agarrar la lista y tomarles. Entonces, dirigiéndose a una chica que era obvio que no se bancaba, le dice...Perez: usted quedese tranquila que no le voy a tomar oral, porque la instancia oral ya la debe haber aprobado anoche...se la ve cansada pero contenta hoy. La chica se puso color bordó y estalló una carcajada general. Sí, totalmente desubicado.

Les gusta ir a telos? o prefieron en la casa propia o del otro/a?