Noche de lluvia, los recuerdos se suceden una vez mas, rememoro aquellas playas alejadas del centro invitaban a reposar en ellas e intentar tener un encuentro intimo que le agregara pimienta a la relación.
Era una noche limpia, no había ni siquiera una sola nube, la luna se reflejaba sobre el salitre y calmada agua, te propuse bañarnos desnudos, si desnudos, aceptaste gustosa pero con un dejo de timidez en tus mejillas; iba a ser tu primera vez.
Realmente no podía pedir mas nada a la vida, estaba con las chica mas deseada de la playa y solamente tenia ojos para mi.
Nos dirigimos a la parte más solitaria de la playa,
la arena blanca nos hacia cosquillas en las plantas de los pies y sin previo aviso me robaste un beso apasionado.
Las ropas fueron cayendo lentamente, nosotros también, el tiempo no transcurría en aquel paraje.
Desnudos nos revolcamos en una pasión sin limites, fuiste mía, fui tuyo y solo la luna fue testigo.
Consumido nuestro acto amatorio, volvimos a colocar el ropaje en su lugar; cuando divise una extraña estrella de mar de color verde azulado.
Una extraña fuerza decía que lo guardara en mi bolsillo, escondiéndolo de tu vista; no sé por que lo hice, simplemente lo hice.
Fuimos a tomar algo para reponer fuerzas y comentar lo que habíamos hecho, no hice ningún comentario sobre lo que había encontrado.
Te lleve hasta tu casa, con la promesa de vernos al día siguiente, y corrí presuroso a casa; no me sentía bien, escuchaba los pensamientos de los demás, sentía lo que ellos sentían, palpaba sus dolores y miedos.
No entendía que provocaba eso, lo único que sabia era que de un momento para el otro mi vida cambio radicalmente.
Me acosté recordando los hechos transcurridos teniendo la estrella en mi mano, cuando de pronto esta empezó a brillar, en la habitación todo empezó a flotar.
De la excitación que tenia no pude dormir en toda la noche, la cabeza estaba a punto de estallarme.
Decidí levantarme, vestirme y caminar en la playa para despejarme, pero esto fue peor, nuevamente empecé a escuchar las voces y comprendí lo que estaba sucediendo.
Podía escuchar las voces de la gente que se encontraba a mí alrededor. Percibía a los amantes que se ubicaban cerca de mí, sentía tus ganas de quererse, de amarse.
Camino por la peatonal queriendo probar sus teorías y encontró a dos amigas mirando vidrieras, hablando de banalidades, tonteando.
Enfilo hacia ellas, las miro fríamente, les hizo una pregunta tonta, las miro fijamente y pensó en lo que quería hacer.
Sin pasar mas de un segundo las chicas se besaron apasionadamente, sus manos se recorrían con una lujuria nunca antes vista, no les importaba el estar en la calle,
solo querían placer, puras ganas de mete y saca.
Las guió hacia el departamento, cayeron los ropajes de verano y se aprestaron a darse una incontinencia de ayes y ms , hubo infinidad de orgasmos, acabadas, chupadas de pene, tetas, ojetes, vaginas.
Termino todo dolorido, hacia mas de un día que no dormía, trato de dormir y de hecho lo hizo, pero con bastantes sobresaltos.
Al despertar noto que su cuerpo estaba lleno de moretones,
También percibió que la piel estaba un poco más ajada. Como si hubiera envejecido 20 años en una sola noche.
No entendía que sucedió, la vida le había sido favorable hasta la noche anterior, se miro al espejo nuevamente para corroborar su nuevo estado corporal.
Evidentemente el espejo devolvió la imagen de una persona de 45 años.
Recordó que aun tenia el anillo puesto y con ira trato de sacárselo, pero lo único que consiguió fue lastimarse el dedo, ese famoso sexto dedo que tenia en su mano izquierda.
Tomo una situación drástica, luego de pensarlo seriamente y tomarse un par de copas de ron, se decidió; busco la cuchilla de la cocina, la agarra del mango lo mas fuerte posible y ejerce el poder del filo sobre su dedo.
Apunto de desmayarse, tomo el repasador de la cocina, envolvió la parte herida de su mano y se apresto a ir al hospital, para que lo curen.
Mintió en dicho nosocomio sobre la herida, no le creyeron, pero igual lo dejaron volver a la casa.
No entendían como al mostrar el d.n.i. decía que tenia 25 años y el cuerpo parecía de mas edad.
La cabeza le explotaba, el pedo que tenia se le estaba pasando, sentía el estomago dando vueltas y tenia ganas de vomitar.
Comprendió que el anillo fue reciproco, le dio poder pero a su vez libo su poder; fue muy simbiótico.
Al llegar a la casa, lo primero que hizo fue buscar dicho anillo, ese maldito anillo que le había cambiado la vida.
Pensó que perdió el amor de aquella niña que le había dado su amor 2 noches atrás.
Agarro el anillo que aun brillaba y con el se dirigió a la playa donde lo había encontrado.
Al llegar al destino, diviso a una persona a lo lejos, supo que era una mujer.
Se dirigió hasta ella, le pareció raro encontrar alguien sola en la playa, no así era difícil divisar parejas haciéndose arrumacos a lo lejos; ya que era el sitio más romántico del lugar y encima era gratis.
Ya era tarde cuando supo que dicha mujer era su amor de días anteriores, aquella que él había desflorado en ese mismo lugar.
Se presento con un simple: _hola!?!
Ella lo mira reticente, devolvió el saludo y comenzaron a charlar. La invito a alejarse de dicho lugar a tomar un café, sabiendo que ella había estado llorando por no poder encontrarlo en todo el día; sintiéndose usada.
Acepta a dicha invitación queriéndose vengar de el, sin saber todo lo que había pasado y parten presurosos del lugar ya que el viento costero sé hacia sentir.
Él le da su abrigo, ella agradece y mete sus manos adentro de los bolsillos, poniéndose sin querer el dichado anillo.
Sonia nota que su cuerpo empieza a tener una ebullición corporal diferente, se siente mas caliente, quiere coger ahora y con quien sea; piensa que quizás este cuarentón le puede enseñar algo mas que lo aprendido días atrás.
Ella se da cuenta del poder del anillo y lleva al cuarentón a la cama.
Van a la casa de Joaquín, toman un vaso de ron con hielo, ella le comenta por su estado de tristeza y le ordena mentalmente que tenga calor y se desnude, a lo que él accede sin saber la razón.
Sonia comienza a desnudarse lentamente, como si estuviera haciendo un strip-tease, mostrándose y seduciéndolo; retira lentamente su corpiño, muestra sus pezones erectos, la bombacha esta inundada antes de que el la toque, las manos de ambos se recorren lentamente por todo el cuerpo, buscando sus zonas erógenas.
En la habitación invadía un olor a sexo que emanaban de los cuerpos, gimieron como animales durante toda la velada.
Sonia además se animo a cosas que había escuchado pero nunca pensó hacerlo como por ejemplo chupar un miembro o que le penetren la cola en reiteradas ocasiones; demás esta decir que gozo como nunca, ya que era la primera vez que lo hacia con un pene de gran tamaño, si lo había hecho con un vibrador rosado.
Ese vibrador que había encontrado guardado en las cosas personales de su madre.
Luego de la maratónica sesión que tuvieron, se dieron una ducha reparadora y se aprestaron a dormir, recién ahí Joaquín vio el anillo en la mano de su amada.
Estaba demasiado cansado para quitárselo, igual hizo el esfuerzo, luego de luchar un rato sin que Sonia lo note. Lo consiguió después de 15 minutos, se vistió apresuradamente y se fue hasta la playa para terminar lo que había empezado.
En el camino compro una cañita voladora y un rollo de cordel, aprovechando que faltaban días para el año nuevo. Llego a su destino, ato el anillo, que brillaba mas que nunca, a la cañita voladora y se encargo de encenderla.
Surco rápidamente el cielo y con él la mala suerte que le había dado, espero hasta que explotara en el cielo y por ende que se hundiera en el mar hasta nunca mas ver.
Volvió presuroso a la casa sabiendo que al fin había encontrado a la mujer que amaba y además imaginándose que ella también había envejecido.
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